El largo camino que han recorrido los productos hasta convertirse en marcas, puede seguirse en paralelo con la evolución de los propios consumidores. Es evidente que en el ámbito de la comunicación éstos han evolucionado desde una actitud pasiva, como meros receptores de información de los productos, dejándose seducir por la emoción y la espectacularidad de los mensajes, hasta llegar a participar activamente en el proceso, manteniendo una actitud empática con las marcas.
Pero hay otros muchos factores, además de la comunicación publicitaria, que condicionan su comportamiento frente a la compra. Factores que tienen que ver con los avances sociales, con los cambios producidos en las estrategias comerciales de las empresas y con el desarrollo imparable de los nuevos medios y las nuevas tecnologías.