Juan Ramón Plana es un gran profesional del marketing, de la publicidad, de las relaciones públicas y de unas cuantas cosas más, pero su verdadera profesión, la que es puramente vocacional y define su carácter es la de Networking. Juan Ramón no sabía probablemente lo que era el Networking cuando empezó a practicarlo, entre otras cosas porque aún no se había inventado la palabra. Y ya se sabe que las cosas no existen hasta que alguien les pone un nombre.
Un auténtico maestro de las emociones como Juan Ramón, estaba predestinado a ser un maestro del Networking. Respira emocionalidad por todos los poros de su piel y eso le sirve para conectar sin dificultad con todo tipo de personas en todo tipo de situaciones, estableciendo siempre relaciones duraderas.
Sólo alguien como Juan Ramón podía escribir un libro titulado “El coleccionista de saludos”. En sus páginas transmite la emoción de sus encuentros con personajes diversos que a lo largo de su vida le han ido dejando huella. Lo increíble de su experiencia es la forma en que él se ha relacionado con esos personajes y cómo describe las emociones que le han proporcionado esos encuentros.,
En el cuerpo a cuerpo del saludo, Juan Ramón prefiere siempre los abrazos, para sentir la emoción del otro en ese contacto físico, pero si no consigue un abrazo es también capaz de emocionarse tocando el pasamanos de una escalera donde una persona a la que admira ha posado antes su mano.
En el libro, Juan Ramón Plana nos cuenta sus momentos de relación, más o menos intensa, vividos con personajes célebres de distintas áreas con los que ha tenido oportunidad de relacionarse. Unas veces llegando al efusivo abrazo y otras veces sintiendo de diferentes maneras la energía de su presencia. Pero siempre con una admiración por los personajes que contagia al lector y lo hace partícipe también de ese momento mágico del saludo.
Más que un recuerdo de saludos con famosos, se trata de una crónica social de nuestro tiempo, donde cabe desde la fama efímera de un famoso televisivo, hasta la transcendencia histórica de un rey o de un filósofo.
Anécdotas humanas, sensibles y siempre divertidas, que pueden leerse aisladas en cualquier momento, ya que el libro se puede abrir por cualquier página y siempre encontraremos el alma de Juan Ramón en todo su esplendor.
Lo recomiendo a todos aquellos que gustan de disfrutar de las emociones, la sensibilidad y el lado amable de las cosas. Y muy especialmente a todos los profesionales que utilizan la herramienta del Networking, porque a todos ellos Juan Ramón Plana les dará en cada página del libro una gran lección práctica de sus habilidades en este terreno.