Si eres un fan de Apple, seguro que no te vas a perder la película «Jobs», y probablemente la vas a disfrutar, a pesar de que la actuación de Ashton Kutcher no sea del todo redonda, ni el guión desarrolle todas las facetas más interesantes de la personalidad y el trabajo de Steve Jobs.
Como todos los genios, Jobs era un tipo raro y antisocial. No sólo iba sucio y descalzo, oliendo siempre muy mal, sino que a nivel humano era un tipo despreciable. La película recoge algunos rasgos de su mal carácter y de su comportamiento con las personas más allegadas, pero se queda corta frente a la realidad reconocida por él mismo en su propia biografía. Ese libro magnífico de Walter Isaacson, que refleja con exactitud todos los aspectos importantes de la vida y la obra del gran personaje que fue Steve Jobs.
No creo que debáis leer el libro para intentar entender la oscura personalidad del genio, sino para entender mejor su obra. Y sobre todo para extraer lecciones profesionales de enorme utilidad para cualquier emprendedor.
Tampoco os debéis perder, los que todavía no lo hayáis visto, el magnífico discurso de Jobs, que no fue a la universidad, en la ceremonia de Graduación de 2005 en la Universidad de Stanford. Una auténtica lección de vida que va mucho más allá de las miserias que Jobs tenía como ser humano.