Una de las denominaciones que se le da al Internet 3.0 es la de «Red Semántica», por su capacidad de comprender el sentido profundo de las palabras y su capacidad de responder a las preguntas como lo haría cualquier ser humano.
Si deseamos saber, por ejemplo, cuál es el mejor restaurante de una ciudad, el algoritmo del buscador no sólo nos dará como ahora las listas elaboradas por distintas plataformas como TripAdvisor, El Tenedor, Metrópoli, etc. La nueva tecnología nos contestaría como lo haría un amigo que, basándose en su experiencia, nos recomendaría lo que él considerase el mejor restaurante de la ciudad.
Lo que hará el nuevo buscador 3.0 es consultar en segundos toda la información que almacena sobre el tema. La opinión de los críticos gastronómicos, las reseñas de los ususarios de todas las plataformas mencionadas y todos los datos que tiene sobre nosotros y nuestros gustos culinarios. Finalmente nos recomendará el restaurante que considera mejor para nosotros, en función de todos los factores consultados.
La tecnología 3.0 es un hecho, aunque todavía los buscadores como Google no la han puesto al servicio de sus usuarios, por razones que escapan a mis cortos conocimientos tecnológicos.