Aunque a todo lo nuevo se le sigue relacionando con el marketing, abusando de su notoriedad para dar nombre a cientos de nuevas herramientas de comunicación, lo cierto es que el marketing languidece y sus profesionales han dejado de estar en el ojo del huracán.
Hoy día, para desarrollar las nuevas estrategias comerciales, se requieren conocimientos que les son ajenos a los profesionales de las cuatro famosas P, que marcaron el esplendor del marketing en el pasado: Producto, Precio, Punto de venta y Promoción.
Las actuales variables estratégicas ya no tienen como centro el mercado sino el consumidor, la quinta P (Personas), que ha cobrado una importancia inusitada en todos los ámbitos de la empresa.
De los intangibles que conforman la imagen de marca de las empresas y de sus productos y servicios, depende ahora en gran parte el éxito de toda acción comercial. Y el manejo de esos intangibles supera las funciones y la responsabilidad de los departamentos de marketing, porque requiere la intervención de otros estamentos de la empresa, con más visión global y estratégico de su futuro y con más poder para ejercer el alineamiento de todo el personal en los objetivos empresariales.