Reivindicando el fracaso

Como escribió Unamuno en un magnífico soneto: «Toda vida a la postre es un fracaso”. Porque la vida es una sucesión de sueños que casi nunca se cumplen, o que si se cumplen es peor porque nos dejan sin ilusiones, sin metas que cumplir. También lo dejó escrito el genial Oscar Wilde. Lo importante de verdad es tener siempre por delante metas que cumplir, mantener intacta la ilusión del primer día y no detenerse nunca ante los continuos fracasos que toda trayectoria conlleva.

Dicen que el único que no se equivoca nunca es aquel que jamás toma decisiones. Hay que reivindicar el derecho a equivocarse, el derecho a fracasar una y otra vez, porque sólo a través del fracaso se llega a alcanzar el auténtico éxito. Disfrutar de los éxitos y asumir los
fracasos como experiencias enriquecedoras, porque el fracaso es sólo un paso inevitable hacia el éxito.

Creo que la vida no merece la pena sin altibajos, sin penas y alegrías, sin dolor y placer, sin un perfecto equilibrio entre éxitos y fracasos. A mis fracasos les debo el haber aprendido a fortalecerme en la adversidad. A reanudar el camino una y otra vez después de cada
caída. Para llegar a alcanzar finalmente el mayor éxito de toda vida profesional: la libertad y el dominio de tu tiempo.


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16 Ene 2023
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